miércoles, 6 de julio de 2011

Escaparate corriendo

El otro día mientras caminaba de camino a casa después de un día de curro viendo, mirando y leyendo artículos sobre gastronomía empecé a fijarme, sin saber muy bien por qué, en los escaparates (si pueden llamarse así) de los restaurantes.
¿Os habéis parado a pensar cuál es su función? Porque la función de los escaparates de las tiendas está bastante clara: ofrecer sus mejores galas para llamar nuestra atención y en un impulso consumista entres y con suerte (para la tienda, no para tu bolsillo) te lo lleves.
Pero a juzgar por las siguientes fotografías creo que la función  que cumplen en los restaurantes no está lo suficientemente clara, y si no juzgar vosotros mismos:

Despensa para que tengas claro que compro con abundancia: melones, naranjas, embutidos, carne… todo vale y cuanto más revuelto mejor. Función: ¿Comprar un kilo de naranjas?




Y aunque las fotos no hacen justicia a semejantes obras de arte, en este disfrutamos de unas bonitas vistas: papel de baño, periódicos amarillentos, cajas de chicles (De esos que ya no se fabrican y puedes lanzarlos a tu peor enemigo como si de una piedra se tratase). ¿Una sutil invitación a entrar y consumir?




Y aunque este último no se aprecia prácticamente nada (combinación fatal: móvil, baja resolución y oscuridad). El escaparate consiste en un letrero en el que se puede  leer: “tenemos cordero para llevar” .Para que te hagas una idea exacta de lo que encontrarás en su interior tenemos acompañando al cartel un corderito despellejado, con los ojos sangrientos y colgado como si de un secadero de jamones se tratase. No sé a vosotros pero creo que no necesito que sean tan explícitos para explicarme lo que venden.



Seguiré buscando porque seguro que hay otros muchos escaparates que merecen nuestra atención…para bien o para mal. Se aceptan sugerencias que ya se sabe que cuatro ojos ven más que dos.